Lic. Frederick Ernest Thomas Senior Gilhem: 

Pionero, Mentor y Legado Eterno en el Sector Asegurador venezolano

En la historia de toda gran institución, existen figuras fundacionales cuyo nombre trasciende el simple recuerdo para convertirse en sinónimo de su misión y su espíritu. Para nuestro Instituto de Altos Estudios Especializados de Seguros y Reaseguros, esa figura es, y siempre será, el Licenciado Frederick Ernest Thomas Senior Gilhem…

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Lic. Frederick Ernest Thomas Senior Gilhem: 

Pionero, Mentor y Legado Eterno en el Sector Asegurador venezolano

En la historia de toda gran institución, existen figuras fundacionales cuyo nombre trasciende el simple recuerdo para convertirse en sinónimo de su misión y su espíritu. Para nuestro Instituto de Altos Estudios Especializados de Seguros y Reaseguros, esa figura es, y siempre será, el Licenciado Frederick Ernest Thomas Senior Gilhem. Llevar su nombre no es solo un honor; es una declaración de principios, un recordatorio constante del más alto estándar de excelencia, integridad y pasión por el conocimiento que debe guiar nuestro quehacer diario. Esta biografía es un homenaje a su vida, un relato de su extraordinaria trayectoria y una reflexión sobre el legado humano que perpetúa su memoria.

El Forjador de un Camino: El Primer Actuario de Venezuela

La historia de Frederick Senior comenzó el 27 de julio de 1936 en Santo Domingo, República Dominicana. Undécimo de catorce hermanos, heredó de su padre, el profesor venezolano Juan Agustín Senior La Paz, no solo la nacionalidad, sino una convicción inquebrantable: que el estudio, la preparación y la cultura eran los pilares esenciales para una vida con propósito. Esta enseñanza, impartida en el seno de un hogar estricto y amoroso, se convertiría en el leitmotiv de su existencia.

Cuando la situación política en República Dominicana bajo la dictadura de Trujillo se volvió insostenible, la familia emigró a Venezuela, estableciéndose en Caracas. Este regreso a la tierra natal de su padre marcaría el destino de Frederick y, por extensión, del sector asegurador venezolano. Tras culminar sus estudios en Valencia, estado Carabobo, su aspiración inicial fue la medicina. Sin embargo, el destino, en la figura de su hermano mayor Juan Miguel, tenía otros planes.

Juan Miguel, economista que había descubierto las Ciencias Actuariales en su exilio en Argentina, regresó a Venezuela y compartió con Frederick los fundamentos de esta disciplina, entonces casi desconocida en el país. Aquella chispa de curiosidad se transformó en una llama de vocación. Frederick decidió cambiar su rumbo y estudió Ciencias Actuariales de la Universidad Central de Venezuela, una decisión que cambiaría para siempre el panorama profesional nacional.

Su trayectoria académica fue tan exigente como pionera. Bajo la tutela de maestros como Antonio Repiso —a quien siempre recordaría como su profesor favorito— y, notablemente, de su propio hermano Juan Miguel, Frederick demostró una tenacidad excepcional. La carrera era tan rigurosa que, de un grupo inicial de 26 estudiantes, muchos se rezagaron. Con el tiempo, Frederick se convirtió en el único alumno de su promoción que avanzaba de forma constante. Los profesores coordinaban horarios y actividades exclusivamente para él, en una experiencia educativa personalizada sin precedentes. Este esfuerzo culminó en 1961, cuando se graduó como el primer actuario en Venezuela. Este logro no fue un simple título; fue un acto que forjó un nuevo camino académico y profesional para Venezuela.

Trayectoria Profesional: Del Rigor Técnico a la Visión Estratégica

La vida profesional del Lic. Senior fue un fiel reflejo de su formación: rigurosa, visionaria y profundamente comprometida con el desarrollo del los seguros en Venezuela. Su contribución comenzó en los mismos cimientos de la Superintendencia de la Actividad Aseguradora. En abril de 1972, con un espíritu de aprendizaje inquieto, viajó a Albany, Nueva York, para estudiar los sistemas de las instituciones aseguradoras norteamericanas, con el objetivo expreso de implementar esas mejores prácticas en el organismo regulador venezolano.

Tras esta invaluable experiencia, buscó nuevos desafíos en el ámbito privado, incorporándose a Seguros Caracas como actuario principal. Durante 28 años, dedicó su talento a la compañía, donde su labor fue fundamental en las áreas de pólizas de vida y Hospitalización, Cirugía y Maternidad (HCM). No se limitó a la gestión; fue un creador. Su ingenio y profundo conocimiento del mercado lo llevaron a diseñar nuevos productos que contribuyeron de manera significativa al crecimiento y posicionamiento de Seguros Caracas entre las principales aseguradoras del país, ascendiendo hasta el prestigioso cargo de Vicepresidente de HCM.

Tras un merecido año sabático que dedicó a su familia y a perfeccionar su inglés en Boston, Massachusetts, regresó a Venezuela con la vitalidad de un emprendedor. Ofreció asesoría a Seguros Caracas y, posteriormente, se dedicó a la consultoría, adquiriendo una oficina desde la cual asesoró en la conformación y compra de compañías de seguros y reaseguros, además de participar en juntas interventoras. Su sabiduría era un bien demasiado valioso para el sector, y en 2011, la Superintendencia lo reclamó nuevamente.

Inicialmente contratado como asesor por honorarios profesionales, su pasión lo llevaba a las oficinas todos los días, mucho más allá de lo pactado. Tal era su compromiso que, en 2013, fue nombrado Director Adjunto de la Dirección Actuarial de la Actividad Aseguradora, ascendiendo finalmente a Director de la misma dirección en mayo de 2023, cargo que ejerció con dedicación ejemplar hasta junio de 2025. En cada una de estas etapas, su rigor técnico, su excelente memoria y su comprensión integral del mercado fueron instrumentales para la regulación y el fortalecimiento del sector financiero nacional.

El Pilar Académico y la Trascendencia del Conocimiento

Si su carrera profesional fue destacada, su legado académico es monumental. Frederick internalizó la vocación docente de su padre y la ejerció con generosidad inagotable. Fue un catedrático respetado en la Universidad Santa María y, de manera especialmente significativa, en su alma máter, la Universidad Central de Venezuela, donde incluso tuvo el honor de ser profesor de su propio hermano menor, Charles.

La cúspide de su contribución a la educación, y un pilar fundamental de la formación de incontables generaciones de profesionales, fue la coautoría, junto a su hermano Juan Miguel, del libro Matemática Financiera. Publicado por primera vez en 1979 y reeditado en 1987, esta obra nació de la necesidad de ofrecer a los estudiantes un texto completo, que compilara más de veinte años de experiencia catedrática y que incorporara problemas resueltos en la práctica comercial y profesional. El libro no tardó en convertirse en una referencia obligatoria en la mayoría de las universidades del país. Para Frederick, además, fue un motivo de inmenso orgullo personal que sus propios hijos y nieto pudieran estudiar con la obra que él ayudó a crear, sellando un círculo virtuoso entre la familia y el conocimiento.

El Legado Humano: El Hombre Tras el Pionero

Más allá de los títulos, los cargos y las publicaciones, la esencia del Lic. Frederick Senior reside en sus cualidades humanas, excepcionales y profundamente inspiradoras. Quienes tuvieron el privilegio de trabajar con él lo recuerdan no solo por su aguda inteligencia, sino por su integridad a toda prueba. Era un hombre responsable, puntual y dedicado, cuyo amor por su trabajo era tan evidente que sus familiares jamás lo escucharon quejarse. Su actitud positiva era contagiosa; poseía un buen humor singular, un bálsamo en momentos de tensión, siempre capaz de aliviar las presiones con una broma oportuna y crear un ambiente de fraternidad y respeto.

Como patriarca, honró a sus padres y hermanos hasta el último momento, siendo el último de los catorce en partir. Su influencia moldeó generaciones futuras: inspiró a su sobrino Juan José Bolívar y a su nieto Andrés De Macedo a estudiar Ciencias Actuariales, brindándoles su conocimiento y aliento constante. En un gesto que simboliza la perfecta unión entre su vida familiar y profesional, sus hijos y su nieto tuvieron el incomparable honor de que fuera él quien les impusiera la medalla en sus respectivas graduaciones universitarias.

Enfrentó la enfermedad con una resiliencia que asombró a todos, superando probabilidades con una fortaleza de espíritu legendaria. Nos enseñó que mantener la mente y el cuerpo activos es la verdadera fuente de la juventud eterna. Su vida fue una lección magistral de honestidad, rectitud y la importancia suprema de amar aquello a lo que nos dedicamos, aspirando siempre a la excelencia no por vanidad, sino por un profundo respeto al trabajo y al conocimiento.

Vínculo Perdurable: El Instituto que Lleva su Nombre

El Instituto de Altos Estudios Especializados de Seguros y Reaseguros, Lic. Frederick Senior, es la materialización de su legado. No es un simple homenaje que se le ofrendó en vida; es la continuación natural de su misión como intelectual. Y es que este Instituto se erige sobre los mismos pilares que él defendió: la educación continua, la especialización de calidad, la diseminación del conocimiento y el más alto estándar de ética profesional.

Al llevar su nombre, nuestro compromiso se renueva cada día. Nos comprometemos a ser el faro que él fue, guiando a los profesionales del sector asegurador hacia la excelencia. En nuestras aulas, su ejemplo es el currículo invisible: la pasión por el detalle, la rigurosidad del análisis, la calidez en el trato y la convicción de que un profesional bien formado es el activo más valioso para la nación.

Conclusión: Un Legado que Perdura

El Lic. Frederick Ernest Thomas Senior Gilhem no fue solo el primer actuario de Venezuela. Fue un forjador de instituciones, un maestro de generaciones y un líder íntegro. Su legado trasciende el éxito profesional para anclarse en valores universales: la dedicación, la honestidad, la resiliencia y el amor incondicional por la familia y el conocimiento.

Honramos su memoria no solo con palabras, sino con acción. Somos nosotros quienes llevamos la custodia de su visión, quienes gestionamos el espacio donde su espíritu de pionero sigue vivo. Frederick Senior no se ha ido; su mirada atenta y su apoyo incondicional perduran en cada profesional que se forma con nosotros, en cada principio ético que defendemos y en la misión incansable de elevar, día a día, el estándar de la industria a la que dedicó su vida. Su legado es, y siempre será, nuestro norte.